Experiencia a lo largo de generaciones
En el corazón de Andalucía
Córdoba, cuna de filósofos como Séneca, bailaores flamencos como Joaquín Cortés o toreros como Manolete, fue fundada en el año 171 a.C. fundada por el general romano Marco Claudio Marcelo y permaneció hasta la invasión árabe de la Península Ibérica en el 711 a.C. bajo dominio visigodo. Poco después, en 716, Córdoba se convirtió en la capital de Al- Andalus, la actual Andalucía. No fue hasta 1236 cuando Córdoba fue reconquistada al cristianismo por Fernando III, pero a pesar del cambio de gobernantes, algunas de las costumbres moriscas siguen fluyendo en la sociedad cordobesa hasta nuestros días.
La Rambla, cuna de la cerámica
La Rambla es una pequeña localidad del sur de la provincia de Córdoba, enclavada en un paisaje de colinas que se extiende entre el valle del río Guadalquivir y la Sierra Subbética. El nombre de La Rambla procede de la época árabe y significa «el banco de arena». Hoy en día, los alfareros que siguen trabajando la arcilla de forma tradicional en su torno de alfarero trabajan junto a artistas de vanguardia que, aunque conservan sus raíces artesanales, han elevado la alfarería a oficio.
El origen de nuestra cerámica
Una vez extraída la arcilla de la tierra, se limpia y se pone al sol para eliminar la humedad. La arcilla se convierte entonces en una masa que puede amasarse a la manera tradicional.
A partir de este momento, las habilidades artísticas y la experiencia del artesano en el torno de alfarero determinan la forma de la arcilla. El proceso de fabricación de cerámica en el torno finaliza cuando se han eliminado todas las burbujas de aire de la arcilla.
A continuación, la cerámica resultante se seca lentamente, al abrigo del sol, hasta que la arcilla se endurece.
Después se cuece la arcilla. El primer proceso de cocción tiene lugar a temperaturas de aproximadamente 1.000 °C. Este proceso y el tipo de arcilla utilizada confieren a la cerámica su tonalidad específica, que posteriormente también determinará las posibilidades de pintura.
Una vez pintada la cerámica, se pule para realzar al máximo los colores. A continuación, la cerámica se cuece por segunda vez. La ejecución de esta segunda cocción requiere mucho cuidado, pues de lo contrario se corre el riesgo de que se desprenda el color.
El producto final de este elaborado proceso es una pieza única pintada a mano, lo que hace de nuestra cerámica una artesanía única y exquisita.
El equipo
La Rambla.® es el nombre comercial registrado de nuestras cerámicas españolas, que son distribuidas por nosotros con acceso directo a la fábrica de cerámica «El Titi» en La Rambla / Córdoba. Nuestros equipos se reúnen periódicamente para decidir qué piezas de cerámica y diseños para La Rambla. ser seleccionado. A continuación, «El Titi» fabrica la cerámica para nosotros. Gracias a esta relación de trabajo entre nosotros y «El Titi», podemos distribuir cerámica única y artesanal de La Rambla.®.
Normas de salud y seguridad
La cerámica La Rambla.®, así como la empresa asociada «El Titi», cumplen todas las normas de salud y seguridad según la normativa de la UE y EE.UU., tanto en lo que respecta a la calidad de la arcilla como a los colores y acabados. Todos los productos son aptos para microondas y lavavajillas.
Agradecemos al Patronato de Turismo de La Rambla que nos haya facilitado las imágenes y el vídeo.
